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viernes, 26 de abril de 2019

La poesía recorre la ciudad.11



El Centro Cultural del México Contemporáneo y miCielo ediciones, 
tienen el gusto de invitarlos al ciclo de poesía itinerante 

LA POESÍA RECORRE LA CIUDAD.11
Lectura/ música/ venta de publicaciones 


Deberes

La melancolía aguarda entre los trastos sucios,
los acaricio con la vehemencia de un ritual de evasión,
el agua tibia y jabonosa suaviza mis manos
anulando la servidumbre en la novicia
que deambula en la cocina entre salmos y oraciones,
en el poeta que al desempolvar los muebles de la estancia
vislumbra en el polvo ascendente
minúsculos planetas
o la memoria de las hadas.

Acomodo la vajilla con cálculo geométrico y patrón de color.
Todo está en su lugar, en orden, para degustar
un momento de rutina,
mientras el asombro se esconde entre un parpadeo

                                  y otro.




Adriana Jacques (Mexicali, Baja California). Reside en la Ciudad de México desde hace veinte años. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación y cursó el diplomado de escritura en la Escuela de Escritores de la SOGEM. Su interés está centrado en la poesía y la narrativa breve. Ha participado en varias antologías de poesía. Tiene un libro de poesía publicado Diario sueño (miCielo ediciones, 2018).










A
No conozco el garambullo. Del zea mays solo resta la tortilla que se apila debajo de las mandíbulas chillantes. Todo nos llega de lejos, de los pueblos más pequeños. Los montes se han desmembrado. Antes había musgo y un lago sin cota. Camino en círculos como nómada fijo sobre un mismo terreno. Recuerdo a mi padre, le dolían los pies: era comerciante y buscaba de puerta en puerta, tenía cansancio que extirpó el día en que nos abandonó. Nómadas fijos o sedentarios migratorios. Tengo un hogar y no puedo regresar a él. La ciudad es un reducto, estoy condenado a quedarme. Del zea mays solo nos queda el atole, la masa conjunta con la cal para hacer el nixtamal. No conozco la planta de zea mays ni tampoco conozco su ciclo. Solo conozco los esquites, la panza llena y el maíz pozolero. Las ciudades se extienden, hacen moretones y metástasis. Alcantarillas. Los polinizadores nos han olvidado. Tengo rattus que buscan sobrevivir y blattodeas que me habitan. Sin decirlo, hay parasitismo entre los hominini y una dinámica silenciosa de Lotka-Volterra. Hemos dislocado las estaciones sagradas, ahora concurren el invierno y el verano. A nosotros nos toca agachar la cabeza. Hablar de “usted”. ¡Estamos lejos, lejos del mutualismo! Desconozco el origen de la cucurbita. Hace poco me enteré de que el ejote es un frijol.

 

Gordon Strom. Ambientalista y asesinado:
el cadáver estaba atado de pies y manos.



Alfredo Lozano (Guadalajara, 1987). Poeta, matemático y educador. Premio de Poesía Joven Francisco Cervantes Vidal, 2018 con la obra Use y deseche. Beneficiario del PECDA (Querétaro, 2019 en Literatura). Tapatío, pero con el corazón de paso entre la CDMX, Oaxaca y San Juan del Río. Con corazón de garambullo, voy a paso sagrado, danzando. Actualmente me dedico al doblaje científico y educativo para la Khan Academy en Español. Moriré chapeado, coloradito como el mole, rizado. ¿Qué nos pasó? Olvidamos lo que somos y de lo que estamos hechos. 








Desaparecido

 A las madres de los 43
               
 Hay una canción que me hace falta
un brillo bajo la inmensa ola.
¿Dónde has estado todo este tiempo?,
si pudiera decirte.

Si pudiera hacer
que el viento sople entre tu cabello,
que tus manos me recojan
de esta llama oculta,
si tus pasos pudiera
sanar desde la aurora.

Pero,
tu cuerpo es un vaho sobre las rocas,
un ardiente pozo en el corazón,
un nombre apenas,
una cosa entre las cosas.

¿Andarás con otros cuerpos?,
¿O será tu cuerpo
una partícula ya,
en la boca de todas las olas?
¿Estarás en el suelo adolorido,
o libre
flotando entre palomas?

Para mí,
eres más que un nombre,
o un signo oculto,
eres mi historia.
¿A dónde he de llevarte tus flores?
¿Dónde van a perfumar los crisantemos
lo que queda de esa noche brumosa?

Me falta una canción,
la que tú cantabas ese día,
el último
día, o
la última noche, da igual.
Te oí cantarla.
Me guardo su sonido entre las manos,
voy a cubrirlo con un candor
amoroso,
con un manto.
Que sepas
que tu canción
te está esperando.

Yo,

velaré
todas las noches.




Fátima López (CDMX). Poeta, directora de teatro y actriz. Fue conductora durante 2 años del programa Entrelíneas Tv de Canal 22, dedicado a la literatura. Cofundadora del espacio independiente Centro Cultural Pedro López Elías en Tepoztlán, Morelos. Sus poemas están regados en varias antologías. Desde el contorno, antología de nueva poesía, editada por Simiente, es la más reciente. 








Llamado de auxilio



Nos gritó anunciando que se quitaría la vida…

Corrimos para impedirlo y arrodillados frente a él

Intentamos todas las técnicas de reanimación

Golpes en el pecho, descargas eléctricas

Demasiada respiración de boca a boca

Inyecciones de epinefrina directas al corazón

Todas nuestras plegarias y oraciones

Promesas a Dios para que a cambio… lo trajera de vuelta

Pensamos incluso en ofrecer el alma a la oscuridad

Pero no, lamentablemente no… no pudo volver a la vida

Nuestro amor ya estaba muerto.






Javier Jeth (CDMX, 1974). Productor, promotor, recolector y coleccionista de contenidos malditos (lo que sea que esto signifique), melómano, difusor altruista de la locura propia y ajena. Recientemente publicó en edición de autor su primer poemario titulado Cementerio de luz, con portada ilustrada por Joel Rendón y prólogo de Raúl Lomas (Hermana Mary/ Doctor Deseo).









La noche
 
Los pájaros oscurecían el cielo. 
Los insectos

nos rodeaban con sus cantos
 creando una red 
que contenía todo el silencio del mundo. 

El día se convertía en pasado,
el viento nos traía
                                                       de vez en cuando
                               el eco de una canción robada
                                                   de alguna radio vecina.

 El silencio nos envolvía
                                  con su aliento menguante,
del cielo caían las palabras inocentes,
palabras aún no tocadas por la mentira. 

Con la noche llegaban

las promesas manchadas, 
 las pesadillas retenidas por esos caminos 

que aún no podían olvidar la sangre 

derramada en sus recodos. 

Con la noche regresaban

las voces que buscaban descansar debajo
 de los árboles más viejos de la vereda. 


La noche se extendía,
enorme,
imposible de contener,
de atrapar. 



Todo terminaba convertido

en un silencio espeso,

sudoroso.





Javier Moro (CDMX). Poeta, periodista y promotor cultural. Poesía suya ha aparecido en diversas antologías y en revistas Es autor de los libros de poesía Selva Baja (Proyecto Literal, 2018), Mareas (Abismos 2013), de las plaquettes de poesía Los Hipopótamos de Pablo Escobar (Deleátur, 2016), Los salvajes de ciudad Aka (Deleátur-Dos10, 2012), Una Palabra con nombre (bala Dos10, 2014) y de la novela Cocaína (Ediciones Camelot América, 2018).









AMOR

Dejaré hablar a la canción que centellea latente en la penumbra
de mis emociones
silenciaré por un momento la luz de mi mente esclavizada en la razón:
que a tu lado sueño despierto y en sueños te conocí hace ya tanto tiempo.

Eras ese sueño que anhelaba poseer en mis manos,
pero se desvanecía siempre al despertar del alboreo;
sueño que dura un segundo, sueño que en un instante destruye la maldad del mundo.

Y entre sueños se cruzaron las miradas, se recordaron las historias y tormentas de días fueron apagadas porque se encontraron dos almas que sufren y padecen por igual.
Y ahora soñamos juntos.

Como nubes abrazadas a la luna soñamos y eres tú mi estrella favorita; color turquesa que brilla infinita en la oscuridad de mi tristeza.

Esa maldita tristeza que arrebata mis sueños abriendo enfurecida las grietas
de mis ojos adormecidos de tanto soñarte.

Y al despertar del nuevo día; sé que no te tengo,

porque en sueños te tuve y en sueños te tendré.






José Saravia (Cochabamba, Bolivia, 1987). Diseñador gráfico, productor y compositor musical. Premio Nacional Eduardo Abaroa, 2017, Finalista 2018 (categoría música rock y pop respectivamente). Dueño del estudio de grabación Rami Records, en donde ha grabado y producido una decena de artistas en distintos géneros musicales. Actualmente trabaja como diseñador FreeLancer y se encuentra en proceso de grabación de su primer álbum como solista.












 Vie de chien  

Duerme la ciudad entre ilusiones a futuro otra vez la rutina el trabajo la escuela la comida caca en los zapatos lluvia ácida en la cara tarde de fútbol café con leche kilo de retazo con hueso y sin gordito para el caldo de josé que ya se quedó sin chamba otra vez ¿y ahora quién le compra zapatos a la niña de hoyuelos en las mejillas? todas las tardes un coche rojo anuncia el pan, el pan, el pan y don benito el tendero recuerda a su hijo exiliado en alemania y maldice pero tacubaya está lejos de europa donde dicen que todo es limpio y la gente siempre llega a tiempo pero aquí en méxico tenemos otras costumbres y todos ya nos acostumbramos o si no que le vamos a hacer como diría don pechugas quién se hacía grandote se hacía chiquito en sus viajes de pvc sólo de esta manera es posible aprender todas las constelaciones crear planetas nuevos iluminarse el horizonte quitarse el hambre y saber que es posible entablar pláticas con el creador de todas las cosas ya esto lo saben todos los niños lacras del barrio que soy un montón en igual cantidad a perros callejeros sentados en la banqueta con la lengua de fuera y siempre sonriendo… 







Mónica González Velázquez (Ciudad de México, 1973). Editora y poeta. Egresada de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, UNAM. A la par, cursó el Diplomado de Creación Literaria (SOGEM). Tomó talleres de poesía experimental con el poeta Raúl Renán, entre 1998 y 2001. Le han sido publicados los poemarios: Tríptico de desamor, La luz y las sombras altas, Poesía reunida, Las cosas últimas; Gran mal, Glory box, Las eternas rutas, El misterio de los mundos vulgares, Breviario de la renunciación, Crónica de los días que ya no son. Antología poética 2001-2015 (El quirófano ediciones, Guayaquil 2016) y El Ruido del mundo. Destaca su participación en La palabra transfigurada: cien años de poesía visual mexicana (Ediciones del Lirio, CONACULTA-INBA, 2014). Finalista en el Premio Internacional de Poesía Visual Experimental, Badajoz 2015. Directora de miCielo ediciones.






Sombra de mi sombra

No la invoco
ni le cuento su nombre a los extraños
pero sé que mi sombra esconde un secreto
una negra engañosa impenetrabilidad,
una duda,
un desacuerdo,
un territorio indómito y salvaje
que les hace dudar un instante
antes de acercarse.

Sé que ya lo observó Eliot
pero vale la pena repetirlo:
Tu sombra por la mañana
siguiéndote los pasos.
Tu sombra cuando atardece
irguiéndose a tu encuentro.
A veces sueño que mi sombra no me sigue
se separa, se camufla por ahí
mi sombra tiene una vida secreta.
Una vida que le hace olvidarme
aunque sea por un minuto.
No debe ser facil andar tras-de-mí.
Tener que andar recargada
en los botes de basura
en las esquinas
los ceniceros las tabernas.
Si yo fuera mi sombra
también me echaría a volar
de vez en cuando.
Sobre todo por las noches cuando las farolas
pueden crearme una sombra artificial.
Estoy seguro: cuando duermo
mi sombra se va de regreso a su tierra
porque las sombras deben venir de algún lado
mentira que sean sólo nuestra propia refracción.
Las sombras nacen en un mundo aparte
paralelamente
Eso sí, surgen al mismo tiempo que nosotros
y nos son asignadas. Se parecen a uno
por puro accidente.
Nuestras sombras padecen este mundo.
no tienen la culpa
de tanto tiroteo de tanta confusión de tanto
tirano.
Estoy convencido de que si las sombras pudieran
dejarían para siempre algunos cuerpos.
O díganme ustedes:
¿quién quisiera ser sombra
de Enrique Peña Nieto?
Las sombras no son un recuerdo
ni un fantasma.
No.
Son una presencia
una otredad
una voluntad y una mente ellas mismas.
Por las tardes, por ejemplo, si pones atención
puedes escucharlas murmurar
con su voz tan sombra y tan tiniebla,
se parecen a algunos humanos
de negra máscara contra su misma vida
de negro pasamontañas del sureste:
"Nosotros nacimos de la noche
En ella vivimos
Moriremos en ella.
Pero la luz será mañana para los más."
La misión de las sombras se parece a aquellos
que tomaron las armas y las soltaron
que tenían dignidad, y se las quitaron.
Tampoco en los indígenas repara nadie.
¿Pero cómo se sentirá andar sin sombra?
Es como perder a la mitad de uno mismo
la mitad del ardiente amoroso loco espíritu
loco espíritu de aliento de notas
alentadoras notas dulces de la lira de Orfeo.
La sombra es la guardiana de la historia
y a diferencia de nosotros
ellas sí saben hacerse una sola
A veces deciden atacar
Todos conocemos el ataque de las sombras juntas
Pero no sabemos nada de su nombre
Es algo más que un presentimiento,
lo más cercano a su natura sería mentarla nostalgia:
De lo que fuimos.
(de lo que somos).





Ricardo Suasnavar (CDMX, 1994). Poeta, traductor y ensayista. Ha sido publicado en diversos medios impresos y digitales. Mantiene columnas de opinión en distintos medios del Estado de México y el Distrito Federal. Ha expuesto poemas gráficos e interactivos en instalaciones de arte contemporáneo. Compuso en colaboración con el artista multidisciplinario Yeudiel Infante piezas de experimentación poético-musical. Traductor del inglés, el catalán y el francés. Co-editor de la revista trimestral “Esquirla”. Campeón del Torneo de Poesía “Adversario en el Cuadrilátero”, 2013. Su primer poemario es Genealogía del asfalto (Verso Destierro, 2014).








Miércoles 08 de mayo, 17:00 hr
Centro Cultural del México Contemporáneo
Leandro Valle N°20, Centro Histórico
(Plaza de Santo Domingo)
ENTRADA LIBRE


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