En la antepenúltima sesión del Radiopoemario: trance poético-experimental en vivo. Redescubrimos la poética de la ciudad de México, mediante imagénes llenas de melancolía.
Iliana Rodríguez Zuleta |
Iliana Rodríguez, a través de su pieza "Tintas" pintó versos, acompañados de la síncopa de Miles Davis, profundizó en siete piezas poéticas, que lo mismo representaban personas, que árboles atrapados y objetos, de una manera sutil y Desde una perspectiva simbólica y metafórica, no con un sentido costumbrista, como también se inscribió a través de la palabra:
Árboles
Los árboles, de noche,
ofrecen flores
con olor de luna.
Danzan, sonámbulos,
en sueños.
Sueñan que alcanzan
los frutos en llamas de los cielos.
Sangran en silencio
(en el asfalto).
Su sangre mineral
arrastra
los secretos de una tierra soterrada.
Imagen de la pieza "Tintas" |
Juego de palabras, imagénes poéticas y ritmo sonoro. Un conjunto de lenguajes paralelos que complementan el ejercicio poético escritural.
Imágen de la pieza "Tintas" |
En la vuelta de la hoja, se completa el poema. En el silencio del trance poético, despertamos en medio de la sala Julián Carrillo. Shimara Magaly, acompañada de Salvador Gallardo, nos presento la pieza "Cautiverios, mentiras y tormentas".
Shimara Magaly + Salvador Gallardo |
Una selección anacrónica de los poemas que forman parte de los tres proyectos conceptuales de Shimara Magaly. Versos acompañados de la improvisación libre de Salvador Gallardo, en el Sax.
Salvador Gallardo |
Versos de largo aliento, síncopas intermitentes. Tormentas, alientos, cartas de amor y nota roja, despedidas innumerables y el desamor a quién habita en "el otro".
Segunda tormenta
Permanecemos de pie a pesar del insomnio, nuestros pies descalzos se confunden con el sonido de los autos y pequeños puntos rojos/verdes/amarillos se diluyen en nuestras pupilas. Nuestro andar es detenido por una ráfaga azul/roja/azul, azul/roja/azul, azul/roja/azul, azul/roja/azul,azul/roja/azul, que se estrella en nuestras gafas y nos ciega momentáneamente, y por supuesto, un tropiezo que nos obliga a prendernos a la corteza de un árbol cualquiera, de los pocos que aún nos quedan. Los minutos marchan y nos van dejando en el camino, en ese silencio nocturno que se esconde detrás de las orejas. Un instante apenas, en un breve espacio, nos congela en el tiempo y nos vincula al pasado, volvemos a mirar nuestros pies descalzos, confundidos con el sonido de los autos, nuestras pupilas se diluyen entre pequeños puntos rojos/verdes/amarillos. Y una ráfaga azul/roja/azul, azul/roja/azul, azul/roja/azul, azul/roja/azul, azul/roja/azul, detiene nuestro paso. Nuestras gafas salen volando, se estrellan en la corteza de un árbol cualquiera, de los muchos que nos rodean, las horas marchan despacio. Un instante apenas, en un breve espacio, nos congela en el tiempo, en un silencio nocturno que se oculta detrás de las orejas. Un tropiezo, suspiramos, nuestros pies descalzos se confunden con el sonido de los autos y pequeños puntos rojos/verdes/amarillos se diluyen en nuestras pupilas. Los minutos marchan y nos van dejando en el camino. Un instante apenas, en un breve espacio, nos congela en el tiempo, en ese silencio nocturno que se esconde detrás de las orejas, y nos vincula al pasado. Nuestro andar es detenido por una ráfaga azul/roja/azul, azul/roja/azul, azul/roja/azul, azul/roja/azul, azul/roja/azul, que se estrella en nuestras gafas y nos ciega momentáneamente, y por supuesto, un tropiezo que nos obliga a prendernos a la corteza de un árbol cualquiera, de los pocos que aún nos quedan, y pequeños puntos rojos/verdes/amarillos se diluyen en nuestras pupilas negras.
Iliana Rodríguez, Shimara Magaly, Salvador Gallardo y Mónica González Velázquez |