VOZ Muzy Eguiza (miCielo ediciones, 2018) Colección Poesía Experimental |
La voz como el centro de todo el universo. Voz que
sale del centro del hombre. Voz que sale del centro del cuerpo. Voz que
retumba, voz que suena como un tambor llamando a la guerra, a la liberación a
la persecución del amor. Pero la voz también agradece, también rinde tributo,
reza. Pero sobre todo agradece.
Porque la voz es jun puente entre nosotros, entre
nuestra soledad, nuestro encierro hecho de carne y hueso, hecho de ideas y
sortilegios. Porque dentro de nosotros flota el infinito, vive el universo. Y
ese universo, hecho de polvo de estrellas, hecho de sortilegios y mentiras,
lucha por salir, por escapar, por volar. Y escapa a través de nuestra voz, de
nuestro agradecimiento. La voz, el sonido es así el vínculo que tenemos con lo
majestuoso, lo indescriptible, lo insondable de la vida, de la noche, del amor.
Pero ¿Qué es la voz? Un sonido que nos articula,
podríamos pensar al leer el nuevo libro de Muzy Eguiza: Voz. Un título que nos
remite a la música, por supuesto. Pero también al habla, a la palabra. Por lo
tanto a la poesía. Pero creo que hay algo más allá, porque la voz nos remite
también a lo más primario del ser humano, a nuestro orígenes, a la búsqueda de
comunicación, a la búsqueda de hablar, de articular con otros seres. Porque la
voz ha estado ahí con nosotros, desde siempre. Pero no lo que dice. La voz es
el instrumento primario de comunicación: Duele, se puede desencajar, puede
gritar. Es la misma voz la que canta que la que llora. Es la misma voz la que
dicta palabras de amor que discursos de odio. Es el mismo sonido que interpela,
que acaricia o que agrede. Son las palabras las que cambian. Son el tono de la
voz en el que cambia.
En el libro de Muzy Eguiza, Voz, nos remite a todos
estos misterios, a todos estos territorios en donde el ser humano se pierde
para encontrarse: Amor, guerra, eternidad, soledad. Porque la voz también se
puede convertir en un camino trazado en el viento por el sonido que siguen
nuestras ideas. A través de ese camino intentamos comunicar lo más profundo de
nuestro ser, lo más oscuro de nuestros miedos. Somos seres que se reconocen a
partir del habla, a partir del lenguaje. Somos palabra y sin ella no nos
diferenciaríamos del resto de los seres que habitan este planeta. Nuestra voz
es nuestra palabra.
Pero Muzy Eguiza nos sorprende en este libro porque la
voz también es plegaría, canto, rezo. Y en esta ocasión los primeros poemas del
libro nos hablan del agradecimiento, de la fe en una virgen, que desde mi punto
de vista está completamente alejada, distanciada de la institución religiosa.
Porque me parece que la fe también tiene que ver con lo originario, lo
primario. El amor y el miedo a lo desconocido. La pregunta eterna de qué somos,
adónde vamos, flota en el aire junto con la fe. Pero acá la fe se demuestra
como agradecimiento. Y ese es un elemento esencial: Nos han hecho creer que la
fe tiene que ver con el pedir. Pero nada más falso, la fe tiene que ver con el
estar aquí en equilibro, con el mundo, con el universo. Pero estar así, estar
ahí, nunca es fácil. Tenemos que pasar por muchas caminos para estar en
equilibrio, y para que agradezcamos nuestra vida, agradezcamos lo que hemos
recibido.
Voz es un libro que sin duda nos habla del amor. Pero
haciendo una analogía con la figura de la virgen, también hay que decir que en
el libro de Muzy Eguiza nos encontramos de frente con la fascinación con la
figura de la mujer. La mujer dadora de vida, la mujer que acompaña, la mujer
que acoge. Porque sí la virgen es un lugar, la mujer es EL lugar en el cual nos
guarecemos, en el cual encontramos refugio, el lugar en el cual podemos
encontrar un sentido a esta larga peregrinación que es la vida. La mujer del
libro de Voz es una mujer que acaricia, que acoge, que resguarda, pero eso es
porque es una mujer fuerte, una mujer que no se ha dejado vencer. Una mujer que
lucha. Me detengo a pensar que esa también es la historia no contada de la
humanidad: La lucha de las mujeres por ser, por estar, por romper las cadenas
que las atan y que nos atan a todos nosotros, a toda la humanidad.
La figura de la mujer en el libro de Eguiza es una
mujer fuerte, una mujer que dice lo que piensa, que exclama lo que siente. Es
decir, una mujer con Voz. Porque la voz es libertad, es lucha, es enfrentamiento.
Porque aquel que hace uso de su voz está en pie de lucha, está en guerra contra
el dolor, contra las injusticias que nos rodean. Un ser con voz lucha contra
las guerras injustas que nos han golpeado, lastimado, mancillando en los
últimos años.
Pero el ser con voz también lucha a partir del amor.
Porque ese es el otro elemento del libro de Voz, el ser que lucha, que vive,
que agradece, desde el amor. Porque el amor, ese sentimiento al cual hemos
arrinconado a las historias de telenovela, sigue siendo en realidad un
sentimiento poderoso, un sentimiento que
puede romper cadenas.
Es ahí donde la poesía, donde la voz poética encuentra su sentido: En el amor y en la lucha que ese amor nos impulsa a dar.
Pero dar a luz una voz no es sencillo. Cuando nacemos
nos golpean para gritemos, para que vuestros pulmones se abran. Para que
nuestra voz nazca también. El libro de Muzy Eguiza resulta profundamente
revelador, luminoso, porque nos da cuenta de que el amor es el sentimiento con
el cuál la voz se debe armar para dar la batalla que todos enfrentamos
cotidianamente.
La voz armada, la voz peligrosa, la voz que lucha.
Pero también la voz que ama y que ilumina. Eso es lo que podemos encontrar en
este nuevo libro.